Sepa qué le dijo Valdés a Mourinho
El meta le paró los pies a Mourinho al final del partido cuando celebraba la clasificación de su equipo
Como un poseído, con los ojos fuera de sí, Mourinho saltó disparado del cuadrilatero reservado para el entrenador en dirección la otra zona del campo. El entrenador portugués iba corriendo y haciendo el avión cuando se encontró con Víctor Valdés, que le paró los pies: “¿Adónde vas loco?” le dijo. La intención del meta no era entorpecer la celebración por la clasificación sino evitar que se produjera algún altercado con la provocación que, entendía, estaba llevando a cabo. “Déjame que voy a ver a mi afición”, le espetó Mourinho señalando a la tercera gradería. “No vayas para allí”, le acosejó de nuevo Valdés que comprobaba de primera mano como a afición azulgrana le estaba tirando de todo al entrenador portugués. Al final intervino una tercera persona y también aconsejó a Mourinho que se fuera retirando al vestuario visitante donde continúo la fiesta.
Ya en la rueda de prensa, Mourinho no dio más importancia a lo acontencido y todo quedó en nada. O, mejor dicho, en una provocación más del portugués.
El meta le paró los pies a Mourinho al final del partido cuando celebraba la clasificación de su equipo
Como un poseído, con los ojos fuera de sí, Mourinho saltó disparado del cuadrilatero reservado para el entrenador en dirección la otra zona del campo. El entrenador portugués iba corriendo y haciendo el avión cuando se encontró con Víctor Valdés, que le paró los pies: “¿Adónde vas loco?” le dijo. La intención del meta no era entorpecer la celebración por la clasificación sino evitar que se produjera algún altercado con la provocación que, entendía, estaba llevando a cabo. “Déjame que voy a ver a mi afición”, le espetó Mourinho señalando a la tercera gradería. “No vayas para allí”, le acosejó de nuevo Valdés que comprobaba de primera mano como a afición azulgrana le estaba tirando de todo al entrenador portugués. Al final intervino una tercera persona y también aconsejó a Mourinho que se fuera retirando al vestuario visitante donde continúo la fiesta.
Ya en la rueda de prensa, Mourinho no dio más importancia a lo acontencido y todo quedó en nada. O, mejor dicho, en una provocación más del portugués.