El Barça comenzó la vuelta de cuartos con mucho menos ímpetu que el mostrado en el Emirates la semana pasada y, pese a controlar la posesión y generar alguna que otra ocasión, gracias a la movilidad de Bojan (titular) y a la ausencia de Cesc Fábregas en los 'gunners', la sensación de agobio no era tan exagerada. Y es que el conjunto azulgrana parecía tener estudiado el guión al 'dedillo', con calma, como si esperara su momento para recrearse en la semana que visitará el Bernabéu.
Messi consiguió el empate con un 'zambombazo' en el minuto 21
El Arsenal tampoco se escondía y presionaba no muy atrás, tras el 2-2 de la ida. La fuerza de Diaby y Nasri en el centro del campo denotaba la intención de forzar rápidas contras que posibilitaran el milagro, más si cabe, después de comprobar los primeros dos destellos de Messi en el área de Almunia.
Pero una mayor intensidad del propio Diaby ante Milito, en el centro del campo, y una rápida combinación de Nasri con Walcott, sorprendieron a la zaga azulgrana y Bendtner abriría el marcador ante Valdés: paró la primera a 'bocajarro', pero no pudo hacer nada ante la segunda.
El tanto no descolocó, ni exalto al Barça. Ni siquiera fue necesario que Xavi ejerciera de timonel, porque Messi ya había dado señales de vida: tardaría cuatro minutos en noquear al Arsenal, con un 'zambombazo' entre dos defensas (Almunia ni lo vio), y 16 más para darle la vuelta a esta crónica y adelantar al Barça, con un recorte rapidísimo con toque sutil con la derecha.
La ovación parecía insufiente en el feudo culé y, no contento con ello, el argentino sentenciaría la fase a tres minutos del descanso con una vaselina preciosa ante Almunia.
Relajación y algo de dureza
Con la reanudación llegó la relajación de los de Guardiola y Bendtner y Nasri comenzaron a tener mayor presencia, aunque Valdés apenas tuvo trabajo serio.
Messi lidera la tabla de goleadores de la Champions con ocho goles
Pedrito pudo cambiar la inercia con una vaselina en el minuto 70, pero la gloria goleadora esta noche sería para Messi, que cerraría la goleada con el cuarto batiendo por debajo de las piernas a Almunia (octavo tanto en Europa).
El tanto le convierte en el sexto jugador que mete cuatro goles en un partido de la Liga de Campeones (Van Nistelrooy, Van Basten, Shevchenko, Prso e Inzaghi).
De ahí en adelante, el Barça se olvidó del Arsenal, consumió los minutos y puso su mente en la capital, en donde se medirá el próximo sábado al Real Madrid de Cristiano Ronaldo: ahora, el segundo mejor jugador del mundo.[b]